Y llega un momento en el que no encuentro culpable alguno. Quizá sea yo la que tiene miedo. Tal vez es el miedo al paso del tiempo. Y que tiene que ver el tiempo? Si, tiene que ver. Es el tiempo el que me da miedo. Me di cuenta que me quita momentos. Me di cuenta que el tiempo es… Qué es? Es el culpable de que te extrañe, es el que le pone un límite a nuestros momentos juntos, es el que dice “debes irte”. Es el tiempo el que me hace temerle al olvido, a que por un momento cruce por mi cabeza que ya no voy a estar en tus pensamientos, o, que por un segundo no pienses en mi. Tal vez sea porque vives en mis pensamientos y tengo algo similar a una enfermedad que aumenta cada instante en el que no estamos juntos. Es el miedo a que el tiempo me deje sola. A que el tiempo te haga olvidar aquello tan fuerte que sentís hoy. Y como decírtelo a vos? Es imposible, llevaría a que todo termine en una gran pelea, a que vengan al caso millones de reproches, y la típica pregunta; A caso no confías en mi? Como explicarte que en ti sí, pero no puedo, jamás podre confiar en el tiempo. Quizá hoy sea lo más importante para ti, pero mañana ya no lo seré. Y te preguntarás a que se debe mi miedo… se debe a lo mucho que te quiero, a las sensaciones únicas que solo a tu lado florecen en mí, se debe a millones de actos y gestos que son maravillosos y que jamás quisiera perder.
Ojala el tiempo me juegue a favor tan solo una vez, por esta vez. Quisiera que el tiempo se detuviera y poder correr a tus brazos diciéndote que no puedo pasar más de dos días sin verte, quisiera poder controlar el tiempo que estoy en tu cabeza, el tiempo que me pensas, y quisiera poder hacer que el tiempo jamás destruyera esta relación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario