Fue un adiós así.
Sin nada de magia, un adiós que al principio no entendí, pero al final fue el más claro.
Si, el más claro, el ultimo adiós.
Fue ese “chau” sin estar acompañado de “nos vemos”.
Fue un chau con exactitud.
No me dejo dudas, fue para siempre.
Un adiós, que nunca quise haber escuchado o por lo menos nunca lo pensé sin una charla previa.
Una charla que nos quedo pendiente pero que nunca quisiera tener.
Un adiós, que jamás creí de tu parte, pero el mismo adiós que me hizo abrir los ojos.
Soy libre de vos.
Muchisimas gracias por tu visita y por tu estupendo comentario. Me alegra y halaga que te guste mi manera de escribir. Hasta pronto! Un beso
ResponderEliminarwauuu, que fuerte lo que escribes, no se, por lo menos a mi me parece que esos adios no son algo definitivo, si no todo lo contrario, es una puerta abierta que no puede cerrarse, animo e insisto, me gusta tu blog.
ResponderEliminarsaludos Fabián
Aaaaaaaahi muchas gracias por tu comentario Fabian :)
ResponderEliminar